6.27.2008

León.

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Me gustó, me gustó y mucho cómo estuvo ese Morante de la Puebla en León. Una ciudad que visitaba por primera vez y que a pesar del poquito tiempo que le dediqué, me deparó gratas sensaciones. Y en especial su plaza de toros, muy coqueta por fuera, con una cúpula a valorar y unos asientos no muy agradables a la vista pero que cumplían con creces su cometido de confortables. El previo de la corrida inmejorable; yo no es que sea del doble pase de pecho, vamos de dos cafés seguidos, pero si uno es con Joseantoniano ósea con Natxo y el otro con Faustino y sus amigos pues puedo asegurar que me apunto a esa forma de “rematar las series”

Y bueno, lo de Morante otra vez de locura. Con qué disposición estuvo toda la tarde y sobre todo cómo marca la diferencia. Cómo en él siempre existe el querer mandar en las embestidas y no el acompañar en el viaje, muy dado en los demás, en especial en el que le precedió... Lo del capote empieza a tomar tintes serios, muy serios; la que formó una vez más, fue de antología por momentos ¿lo mejor? el quite a su segundo por verónicas y una gran media, pero claro, para media con la que cerró el saludo, de verdad esa fue ¡uy! cómo fue esa, esa fue de pegar un bote y más de uno atravesar la cúpula. Pero es que al desclasado primero, basto, feo como él sólo, que de salida se estiró de una forma que parecía un caballo, a ese lo templó con gusto y lo dejó en los medios… ver para creer. No obstante, a mí en el día de ayer, lo que más me gustó fueron pasajes con la muleta. Al toro le faltó según avanzaba su lidia ese tranquito de más para irse y sobre todo que repitiese con otro punto ¿no? Ahora… maravilloso el inicio, esas manos juntas sujetando la muleta montada, con ese toro aculado en tablas, Morante sigilosamente camina hacia él un tanto perfilado, compás abierto, el tío lo toca, el toro se viene, Morante aguanta hasta el ultimo segundo como si se le fuese a empotrar en su muleta, pero… burrruuummm las manos, a la hombrera contraria, con temple, con gusto, con todo ese cuerpo a compás, ole el ayudado por alto, ole, el toro que se le revuelve, vamos que al capullo de él también le ha gustado, que quiere más y así otro y otro y otro ¡qué maravilla de inicio de faena. Luego siguieron varias series con la derecha de buen trazo, muy reunido todo, con mucha firmeza,con mucho temple… pero ¡jo! Ya adentrada la faena, ya con el toro más parado, fueron surgiendo de uno en uno unos naturales tremendos, pero tremendos y no se fue por la espada dando por terminada supuestamente la faena, qué va, qué va a Morante aún le quedo el arrojo de pegarle otros tantos ahora de frente y con los pies juntos; eso para mí fue de... vamos; ya no sólo el pase en sí, sino también la forma de entrar en cada muletazo ¿no? con qué torería, con qué reposo, con qué personalidad… a este no hay posibilidad de imitarlo, no, no eso no se aprende en los videos. Y llegó la hora de matar, me pilló en una
situación muy buena al tener en linea al toro, Morante y la verdad se tiró arriba, por derecho y no entró porque no estaba de entrar y bueno una puerta grande más cerrada por la espada pero que sinceramente a mí me dio un tanto igual…

Fotografía de José Ramón Lozano

6.20.2008

Podemoooossss!!!

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Exactamente ¿qué serían? ¿las 3 de la tarde? o, o tal vez, un poquito más, las 3 y media… pero, por ahí, por ahí. Hoy, justo hace una año, estaba yo trabajando, de repente vibró mi móvil y vi en la pantalla que era Puntillero, me alegré; bueno realmente ponía Antonio blog… pensé que la llamada tendría que ver con algo de apoderamientos y esas cosas cuando sin más cortesía que las buenas tardes, y no estaba terminando yo el “buenas tardes don Antonio je je je” me dice no, no, no, no sonrías no, queeee… aquello que me afirmaba hacía de mi cuerpo un estado de suma tristeza, de angustia; sabía perfectamente que abocaba todo a una terrible soledad; de pronto mi vida cambiaba y no para bien, Morante decía “adiós” al toreo, ¡vaya tela! Los días siguientes fueron jodidos. Qué cantidad de interrogantes y, menos mal, que surgió aquello tan bello como las cartas ¿no? Pero bueno todo eso sirve para darse cuenta uno de lo importante que es saber valorar cuando uno tiene lo que quiere...

No obstante, hoy también es un buen día para hacer un balance, detenernos un poquito en el pasado, vamos, de lo que se lleva de temporada y sobre todo pensar, pensar en el futuro, en lo que resta del 2008. De entrada, yo desearía que no decaiga ese espíritu, ese lema que Morante nos quiso transmitir al comienzo del año diciéndonos que cada actuación suya sería todo un acontecimiento. De momento lo ha cumplido y con creces y no era fácil ¡ojo! porque en el intervalo de 100 días torear Reaparición-Madrid-Sevilla-San Sebastián-Madrid- Madrid ¡olé sus cojones! y sobre todo ¡olé! a cada pasaje de toreo, de verdad ,que en todas ha existido, y tanto con el capote como con la muleta e incluso con las banderillas. Ahora, yo estoy convencido que lo que se avecina va a ser aún más grande. Independientemente de que no sean las dos capitales del toreo, como se aglutinen triunfos antes de esa tercera capital que es Bilbao, la cosa puede contar y muy para bien. De hecho yo tengo toda la fe de que así ocurrirá: León, Algeciras, Zaragoza, Roquetas, el Puerto, San Sebastián… uhmmm a soñar, a soñar y eso que rabio porque en Algeciras y Roquetas no estaré pero al grito de ¡podemos! estoy convecido de que se prepare Espasa, que va a tener que hacer un tomo del Cossio sólo para Morante de la Puebla, pero del Cossio bueno, del grande...


Fotofrafía de José Ramón Lozano

6.09.2008

A sus pies... torerazo!!!

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Irremediablemente, el toreo, todo el toreo ha sido perturbado por la gran actuación de José Tomás en Madrid y claro, nuestro torero también ha sufrido el fenómeno, qué duda cabe… Por ello, sólo el tiempo será capaz de devolver todos, todos, todos los muchísimos, muchísimos pero muchísimos méritos de los que Morante se hizo acreedor el pasado miércoles. Fue una putada, aunque bendita ella, el que se diese el mejor de los mejores José Tomás 24 horas después de torear un grandioso Morante y ¡ojo! que también se dio el mejor de los mejores del de la Puebla, lo que ocurre es que uno se dio con la muleta y el otro con el capote y claro, como está el patio, lo que sirve para un triunfo es lo más cercano a la hora de entrar a matar. Y ahí es donde radicó el verdadero problema de Morante en Madrid; qué pena que le faltase ese puntito más al toro para que aquello hubiese tenido más rotundidad; pero vamos, yo salí feliz, pero feliz de verdad por su gran actuación. Qué derroche de torería, de mando, de personalidad, de grandeza al fin al cabo lo que hizo Morante con el capote. Ya desde su forma de pararlo, qué manera de recogerlo para luego a la verónica pim, pam, pim, pam, pim, pam y así hasta los medios para pegarle una… qué media, qué… qué media señores, qué media… bendita gloria! Pero no me había dejado de frotar los ojos por si estaba en un sueño cuando surgió ese galleo por chicuelinas tan personal, tan maravilloso, tan lleno de verdad, tan único que, os lo juro, para tirarse al ruedo y portarlo a hombros… ¡da igual el toro! ya se encargaría alguien de sujetarlo en un burladero. Pero la historia con el capote ahí no se iba a quedar, aún faltaba la perfección, esa perfección que a día de hoy nadie es capaz de igualar, joé cómo fueron esas verónicas y de nuevo la media, madre mía cuánta locura, ole ole ole, viva la madre que lo parió, que pedazo de media oleeeee… Así que en esos momentos, con todo el convencimiento, Morante era merecedor de cortar incluso un rabo en Madrid; por ello no lo entiendo, ni lo entenderé jamás, que con ese inicio tan profundo, curioso pero ahí esta el video, siempre de adentro hacia dentro, con ese toreo con la diestra de series largas, nada de lo que se acostumbra de tres y “auiii” no, sino ligando el 4º el 5º y el 6º ¡con dos cojones! ya llegará el de pecho y el tiempo para respirar y al igual que con el toreo por la izquierda tremendamente ajustado y, no lo entiendo, de verdad no lo entiendo ni entenderé que con la naturalidad del cierre con esa verdad al tirarse a matar aquello quedase en una oreja, pero vamos… no es que cambie una foto de la puerta grande por una de torear pero cuando una es tan tremenda como la que acompaña este post, que me puso en aviso por cierto Puntillero, pues la verdad duele menos ¿no? Es acojonante la foto ¿verdad? Se mire por donde se mire, por los talones asentados de las zapatillas, por la dirección de éstas, por lo que dicen cada una de las piernas de Morante, cómo una se arquea de una forma inverosímil y la otra ofreciendo las arterias recta como un palo ¿no? ¿y la cintura? ¿y la altura de las manos? ¿y la cabeza? Si cuesta Dios y ayuda saber dónde está…Me cago en la leche, es que es una auténtica escultura… Bueno ¡qué le vamos a hacer! oreja, pero una oreja os aseguro de las más gozosas que yo he visto cortar a Morante…

Y bueno, luego surgió cómo no un momento muy, muy, muy especial con el capote, en el quite al toro de Cayetano. Fue un quite por chicuelinas de una belleza infinita, Cayetano sintió la obligación de responderle pero lo que no puede ser no puede ser y claro, uno se da cuenta de muchas cosas. Primero, que no hay nadie en el escalafón que puede torear mejor con el capote como Morante; luego que sin conocer en profundidad el personal que acudió a esa corrida, me descolocó el trato tan favorable que se le dio a Cayetano, por lo tanto ¿tendría algo que ver que no se enterasen de lo que hizo Morante en el toro anterior? Y por último me di cuenta de que el capote en Morante, además de la grandeza de su expresión, lo cojonudo que cuando dice “allá voy” allá que va el tío, vamos que no necesita uno “pa acá” otro “pa allá”, “ahora me pongo bonito y me desluce el toro, y luego vienen las dos que tenía en mente desde el principio”, qué va, cuando Morante dice que va, es que va y más todavía, qué cosas, sople o no el viento: cosas de los grandes!!!

Pensé en realizar un video pero habiéndolo hecho tan bien Ernesto, excuso de ello… Gracias Ernesto.


6.03.2008

Sí o sí, ganar o ganar; no queda otra.

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Son muy poquitas las horas que faltan para que comience lo que para mí es el ciclo más importante de todo el año taurino y no sólo del año, sino de un espacio de tiempo muy grande. Es obvio que falta Enrique Ponce pero los demás están todos. En el intervalo de 72 horas se contemplará a El Juli, a Castella, a Manzanares, a Cayetano, a José Tomás, al Cid, a Perera, a Talavante… y ¡cómo no! a don José Antonio Morante Camacho. Muchas veces dentro de las exigencias del Morantismo nos hacemos creer que Morante no necesita de la competición, y es cierto, pero... pero esta vez hay algo que me dice que... que sería maravilloso proclamarse campeón. Estoy convencido de que pasado el tiempo, si se consiguiese (que ¡ojo! estoy convencido que lo va hacer) si consiguiese tal galardón puede ser de los logros más importantes en la vida torera de Morante de la Puebla. Claro, lógicamente lo que deseo yo es disfrutar in situ de cómo lo alcanzaría ¿no? pero qué reconfortante sería eclipsar ese boom mediático que se avecina el jueves con José Tomás, robarle portadas, robarle minutos televisivos… uhmmm eso sería señal ¿de qué? de que Morante de la Puebla habría toreado como sencillamente sólo, sólo, sólo él sabe hacer.

El encierro escogido de Núñez del Cuvillo me hace ser cauteloso, porque a los lidiado hasta el momento, aunque hayan salido toros con condiciones, no les veo en la regularidad del año pasado. De nuevo se comparte cercado para una segunda tarde en Madrid; no obstante considero que no es lo mismo compartir la repartición de lotes para la reaparición de José Tomás que para la corrida del próximo viernes, incluso hay que tener en cuenta que la confirmación de Cayetano habrá servido también para unir fuerzas ¿no?...

Así que llegado casi el momento de partir para Madrid, tan sólo me queda desear suerte para todos y que se haga justicia, que sea bueno el dicho ese de ¡que gane el mejor!... o sea que gane Morante...