Querida Familia:
Reciban mis más sinceras felicitaciones, a todos los muchos morantistas que existen en este planeta llamado Tierra. Debemos saber que estamos de enhorabuena, nos quedan muy poquitas horas para que nuestro Morante de la Puebla nos vuelva a hacer sentir nada más y nada menos, que seres especiales. Y eso es para estar radiantes de alegría, estamos en los momentos previos es el prolegómeno, o incluso, depende como lo miremos, es el final de ese proceso curativo que allá por junio provocó aquella respetada decisión. Debemos entender que estamos en unas horas reconfortantes, cargadas de muchísimas esperanzas, de muchísima ilusión, en definitiva de muchísima vida...
Hoy más que nunca me siento muy orgulloso de sentir con esa fuerza el morantismo. Y sé que no soy el único ¿verdad?