Vuelta a la vida.

Uhmmnn que sensación más reconfortante… los nervios, la ansiedad, el deseo, las ganas todo ello de nuevo imperan en mí. Han pasado ocho meses, ocho meses marcados, marcados incluso por una falta de ilusión general a todo lo taurino. Sé que como yo mucha gente lo ha sentido y lo ha padecido, Morante de la Puebla es así de grande, Morante es único y, como tal, irreemplazable. Así que el no tenerlo en activo estos meses, ese desajuste en mi cabeza por momentos me llegó a provocar hasta dolor pero…. para, para, para! lo trascendental de este post es que esos sentimientos ¡ya! ¡ya! ya son pasado y como pasado que son se debe vivir el presente. Hoy es un lunes menos perezoso, uno siente que al final de semana espera una gran cita, espera el Morante de carne y hueso, ese que si un toro le meta la cara nos puede hacer los más afortunados del planeta.

Y va a ocurrir seguro, seguro, seguro… su paso por México, su forma de trazar la temporada, sus declaraciones me hace colmarme de muchísimas esperanzas, estoy convencido de que su mentalidad va a ser de entrega absoluta y eso en un torero tan capaz como él, a poquito que un toro se deje, podremos vivir una tarde histórica en Vistalegre. Yo tengo muchísima fe; tan sólo hay que poner de acuerdo a los toros del Cuvillo que últimamente no fallan antes las grandes citas. La incógnita es saber si se ha acertado con eso que llaman remate por el tema de los piensos, porque seguro que por hechuras y por familias habrán afinado al escoger.

Además hay que decir que es una tarde muy importante por muchas otras razones, se concentran en estos días a pesar de ser fechas invernales, un número de corridas importante al menos por sus transcendencias. Aparecen todos a escena: unos en Castellón, otros en Olivenza, otros en Écija…. y eso significa que comienza la dura competencia, esa que dará la satisfacción y la categoría a quien vaya triunfando de verdad, de ser el mejor de todos, el más importante... Morante de la Puebla está llamado a conseguirlo.

Foto: Vigil