SEVILLA. No, no, no, otra vez no!

Qué sensaciones, que tristeza, que vació… hubo un momento en la soledad de la noche que me descoloqué, no sabía en que año vivía, sabía el día, domingo de resurrección, pero el año no, ¿estaríamos en el 2004? rápidamente la ciudad de Sevilla me hizo creer que no sucumbía en aquel mal sueño de Madrid, pero todo se volvió a repetir, ese deseo, esa la ilusión, esa esperanza, esa ansiedad… pasado el festejo, se transformaba incluso, en dolor…

El mal juego de los toros no vale de pretexto, ni el viento existente tampoco, ni el infortunio provocado por Luis Blázquez al dejar llegar tanto al burladero al bello y deseado quinto... un día tan especial, el tercio de quite en el toro que te precede, debe servir para enseñar la disposición de uno, por muy a contraestilo que fuesen, uno por su mansedumbre y otro por falto de fuerza, influenciada por esa maldita voltereta, pero había un buen tranco y nobleza… aun así había esperanza, en ello se estaba cuando salió en suerte el primero de su lote, genial quite a la verónica con una media de extraordinaria belleza, pero en la muleta la falta de raza del toro hizo sucumbir a un desconfiado Morante, preocupado en demasía en templar al viento. Con el sobrero de Pereda, mis sensaciones fueron aún mas contradictorias; el toro por inercia se tomaba dos pero no facilitaba la ligazón para un tercero, por lo que a pesar de los bellos muletazos aislados en la primera parte de faena, el no llegar a medir su labor con la muleta o e incluso no tragar en esos compases, hizo que la faena se difuminase por derroteros impropios de Morante.

En mis sueños jamás, contemplé un desenlace así…

Diario de Sevilla - El correo digital - ABC - La Razón - Burladero - Mundotoro - Mundotoro fotos- Burladerodos - Toros - Del Moral - Siglo XXI

foto: mundotoro