10.25.2006

Mirando al pasado I

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No son los últimos días del 2006, lo sé... esos momentos previos al cambio del año en que la melancolía hace desgranar lo vivido, pero al escuchar el cerrojazo que da por finalizada la temporada taurina siento la necesidad de recordar, recordar disfrutando, deteniéndome en cada una de las corridas en las que he tenido la fortuna de ver a Morante: Olivenza, Madrid, Sevilla, de nuevo Sevilla, Zaragoza, Logroño, Madrid, Burgos, Santander, San Sebastián, Bilbao, Valladolid, parece que tan sólo han pasado unos minutos. De todos esos viajes me depara una cifra de 7.924 Km., que para uno que no disfruta de la conducción no está nada mal, pero esos viajes son distintos a pesar de la dureza como en los casos de Olivenza o Sevilla. Siento las idas, siempre cargadas de ilusión, uno se siente distinto, con los sentimientos a flor de piel, con ansiedad, afirmando con rotundidad que va ser el gran día, que sólo existe la posibilidad del triunfo, de ver una gran obra y por eso el dolor de no haber podido ir a Zaragoza, me hace entender que sigo vivo, que mi ilusión y mi pasión por este gran torero perdurará en el tiempo.

Al recordar y visualizar en mi mente los mejores momentos, me encanta ver las caras de todas esas personas muy mías, que he tenido la fortuna de compartir con ellos cada una de esas corridas, gran parte con mis venerables hermanos, una muy especial con mi mujer, varias con mi padre y recuerdo Sevilla, con Dani, con Marta, con Upe, con mi tío… en definitiva me alegra mucho sólo haber acudido en una ocasión sin compañía.

En cuanto al toreo me quedo con la sensación de reencuentro de Olivenza; aún recuerdo al verle iniciar el paseíllo, sentir aquello me hacía feliz, no me cabe la menor duda de que lo más importante fueron los naturales de Madrid, remontar esa tarde, en la primera plaza del mundo y pegarle esos muletazos... sólo esta al alcance de los dioses, luego viví la gran broca de Santander y el toreo grande en el norte, con esos ajustadísimos derechazos en San Sebastián y una prodigiosa apertura en Bilbao, pero lo más bello, lo que uno busca en cada tarde, fue lo vivido en Valladolid, hoy es el día que inesperadamente me vienen pasajes de aquel gran día bajo la lluvia culminada con ese gran momento, con mi hermano portándole a hombros en lo que iba a ser mi despedida…

Hasta año el que viene Morante, que Dios te tenga en su mente…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ola primo esperemos ver al año que viene pinceladas de morante entre tanto kilotremos esperemos ver pincelada en todos lados por que da gusto ver un artista, haber si la año que viene vemmos alguna corrida juntos besos

Oselito dijo...

Pedro vente pa Sevilla!

Anónimo dijo...

Yo también recuerdo Valladolid... qué grande es este torero. Y si algo le deseo para la próxima temporada es... LA PUERTA DEL PRINCIPE de nuestra SEVILLA. Y que nosotros lo veamos!!Muchas gracias MORANTE por ser torero y a ti, Pedro, por brindarnos este blog!Ánimo a todos

Pedro dijo...

Que buena terna....

Gracias por vuestros comentarios