Bueno, bueno, bueno, bueno pufff, pufff, pufff ¡qué rabia! pero… qué rabia!!! qué manera de irse al traste todas las ilusiones que tenía puestas en este día. No me lo creo. Ayyy, no puede ser, no puede ser, cuánta mala suerte joe…! Mira que tenía buenas sensaciones, y el día incluso había empezado bien siguiendo con el hilo del post anterior, con ese Alonso nuevamente demostrando por qué es el mejor y sin embargo Morante, mi querido Morante, una vez más se ha quedado sin opciones reales de poder demostrar su valía ¡tiene tela el tema!
Ahora, dentro de mi rabia siento un deseo raro, siento la necesidad o mejor dicho, la ansiedad de sacar a flote mi vena Morantista porque en estos mismos momentos me siento más Morantista que nunca; es una fuerza interna que estoy sintiendo, que ojalá, ojalá siempre la sienta con la misma intensidad. Es cierto que ha habido poquito que resaltar de la corrida; bueno poquito no, porque yo creo que la entrega, las ganas y el deseo de Morante hay que destacarlo. Pero las cosas pasan y pasan; claro que es muy fácil e incluso lógico una vez transcurrida la corrida echarle toda culpa a la elección de los toros. No obstante tengo que decir que a mí la corrida en cuanto a ganaderías escogidas me gustaba; salvo la Campana, todas son ganaderías que están muy contrastadas. Ahora toro a toro, hombre, está claro que no se ha acertado; tan sólo hay que mirar el desenlace final, pero a mi El del Pilar, el de Cuvillo, por mucha tontería que según me han comentado ha dicho el Emilio, e incluso El de Zalduendo entendiendo que Zaragoza exige… a mí me gustaban y claro también el Daniel Ruíz pero, pero, pero qué pena ¿no? que ninguno haya pegado veinte arrancadas de verdad. Es que no han ofrecido ni una sola serie de cuatro o cinco muletazos, porque al primero todo por mérito de Morante, con qué aguante, con qué cojones se pasaba el toro cerquita, templado y cómo tenía que tirar de él. Me da tristeza que ese tercio de banderillas al sexto o la misma raza que le ha echado a ése al recibirlo o verónicas buenas, porque las ha habido, queden en el olvido. Pero claro se esperaba tanto y tanto de la corrida que hasta cierto punto es normal que sepa a poco.Pero repito, me siento más Morantista que nunca y lo que verdaderamente me jode, pero lo que de verdad, verdad me jode es que tienen que pasar muchos meses hasta que me vuelva a ilusionar con un día, en el que sepa con certeza que cuando den las cinco, o las seis, o incluso las siete de la tarde volveré a ver a Morante de la Puebla. Eso sí que me fastidia. pero de verdad!!!
Fotografía de Mauricio Berho